A falta de uno, dos amaneceres de dos sábados consecutivos de buen tiempo. Días 8 y 15 de marzo.

Vamos a abrir esta entrada con la primera fotografía que hice el primero de los dos días que voy a describir y con la última del segundo, los sábados 8 y 15 de marzo de 2014.

En la primera se tomó la foto con la hora azul y la segunda con el sol ya bastante elevado.

La primera está hecha en las cercanías de Dallo y la segunda es en la Ermita de Nuestra Señora de Beolarra en el monte El Espinal (888m) en el Parque Natural de Izki.

Pero vamos con el sábado día 8: en Vitoria había niebla por lo que decidí que lo mejor era que fuéramos, Los Chicos del Alba, a algún lugar elevado o cuando menos alejarnos de la ciudad por si encontrábamos algún lugar despejado. De camino a la sierra de Entzia, donde pensaba ir si la niebla estaba por toda la Llanada Alavesa, la niebla se despejó por lo que, salimos de la A1 para dirigirnos a un alto que hay cerca de Dallo. Desconozco el nombre del monte, lo que sí sé es que ronda los 700m de altitud.

Desde esa altitud, los 700m de que hablábamos, tenemos muy buenas vistas de la zona Este de la Llanada Alavesa. Y, si no fuera por la niebla, llegaríamos a ver también la capital vasca Vitoria Gasteiz. En la fotografía superior vemos cómo el monte Gorbea 1.486m surge de la niebla y en primer plano está Dallo.

Debajo vemos por donde pasa la A1 entre las sierras de Altzania a la izquierda, en el centro la sierra de Andía y a la derecha la sierra de Entzia que nos tapa la de Urbasa.

Debajo podemos ver Audikana en B&N.

Pasemos al día 15 que llevé a Los Chicos del Alba a Los Montes de Izki, concretamente a la Ermita de Nuestra Señora de Beolarra en el monte El Espinal (888m).

Ahí estábamos los ocho peleándonos con los alambres electrificados que ponen para que el ganado no se caiga por la cresta del monte. Pero logramos pasarlo y acceder a las vistas que nos esperaban al otro lado.

Podemos ver las Peñas de Markinez que jalonan casi todo el camino que lleva a Arluzea. En algunas hay cuevas eremíticas que se pueden visitar.

Debajo está la ermita de Beolarra que, desde la posición en que estábamos se ve a la contra del amanecer. Unos minutos antes de salir el Sol, por el Oeste, el cielo se tiñe de magenta.

Cuando ya estaba todo el pescado vendido les llevé a las canteras de yeso en Albaina donde fotografié las texturas de abajo. Estas texturas me recuerdan las de Jupiter que tiene la NASA.