Pero los amaneceres que nos ocupan son los de los días 29 de marzo y 5 de abril, por lo que empezaré por marzo.
De verse el Sol nos habría salido entre las luces de Ullívarri al fondo, y la presa a la derecha. Aunque todos sabemos que siempre sale el Sol, hasta que deje de hacerlo, no siempre conseguimos verlo.
Arriba y abajo dos tomas a diferente hora y con diferente Balance de Blancos para diferenciarlas bien.
Esta de debajo la hice desde Ullívarri-Gamboa donde nos acercamos para poder fotografiar las barcas.
La anécdota de este día: el fuerte viento que levantaba «grandes» olas en el pantano y que el amigo Iker se separó del grupo por lo que tuve que hacerle una foto a él solo para poder ponerlo. Como castigo lo he puesto como el más txikito de la cuadrilla ;-D
Sábado 5 de abril:
Nos dirigimos a Hijona desde el Donga de Gamarra, donde quedamos todos los sábados. Allí tenía localizada una txabola que tiene pinta de ser para jugar los chavales. Pues en ella nos pusimos a hacer la primera foto. Pusimos un par de muñecas que dan algo de miedito, luz roja en el interior (aportación de Mendi y Sergio) y la iluminé desde el exterior. Por supuesto que el Balance de Blancos bastante cálido.
Luego nos fuimos al lugar desde donde quería que viéramos salir el Sol, donde hay un pequeño edificio que deben de utilizar para la canalización de las aguas. Pues también lo aprovechamos como pudimos iluminándolo con el frontal desde un lateral.
Aquí ya estamos mirando en dirección al Sol, aunque aún no salía pero sí podíamos fotografiar Eguileta y Erenchun con los campos sembrados de primer plano. La iluminación del verde por gracia de Alfredo que le daba luz amarilla para que brille más el color de la vegetación.
Mirando hacia atrás a veces sale algo decente.
Y por fin nos sale el Sol. Ya era hora «podió».
No me gustan nada los flares que producen los filtros pero si quieres rebajar la potencia del Sol no te queda otra.
La anécdota del día: me despisté y no encontraba el edificio de las aguas. Menos mal que Mendi estuvo atento y dió con él.
Cuando íbamos a la caseta los tenía un poco acojonadillos porque la iluniné de lejos y como estaba entre maleza parecía la casa de algún psicópata de la serie «Mentes Criminales» ;-D